Cambios en el modo de vida y sector productivo son parte de las consecuencias del racionamiento.
Las fallas del servicio eléctrico nacional que comenzaron a sentir los venezolanos, en 2009, no sólo siguen generando malestar, efectos negativos en la fuerza productiva del país y repercusiones en el ritmo de vida de la ciudadanía. A casi dos años de ser anunciada la crisis que obligó al Gobierno nacional a imponer medidas para racionar la energía, las secuelas se sienten en Venezuela. “Nos hacen ahorrar electricidad y es una falta de respeto para los zulianos. La sensación termica llegó (el lunes) a 45 grados. ¡¿Cómo ahorrar en este calor tan insoportable?!. No me acostumbro a esta crisis”, opinó a través de la cuenta Facebook de PANORAMA, Mireya Rondón. Los efectos negativos de la crisis energética también le pasaron factura a la economía venezolana que, casualmente, coincidió con la recesión económica mundial. Allí, Venezuela fue la última en lograr recuperarse en comparación con otras naciones de América Latina, pues en el periodo 2009-2010, la tasa de crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) cerró en saldos de -2,9% (2009) y de -1,9% (2010). Según el economista, Eduardo Eulacio, los efectos negativos se manifiestan a través de una desaceleración del crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB), en la disminución de la productividad del sector industrial y en la reducción de nóminas en pequeñas empresas. “El sector comercio resultó muy afectado. Especialmente los locales de centros comerciales, donde hubo reducción de jornadas de trabajo. Además se tuvo que hacer reducción en las nóminas de varias empresas”, precisó el experto. Saltar de la cultura del derroche hacia la preservación es uno de los retos más grandes que ha asumido el Gobierno nacional durante la crisis. Por tal razón, el presidente Hugo Chávez admitió que su gobierno tiene deudas y responsabilidad con el tema eléctrico. “El diagnóstico lo tenemos claro, el incremento del consumo, la falta de inversión”, dijo la mañana del pasado lunes, vía telefónica, a Venezolana de Televisión. Los esfuerzos del Gobierno para subsanar más varios años con déficit de mantenimiento e inversión en la red eléctrica nacional se materializan en los cronogramas de ahorro que, para la ciudadanía se traducen en una reorganización de su cotidianidad. Esa es la opinión de Luisa García, quien comentó: “Uno no vive en paz por estar pendiente de los lugares donde van a hacer cortes, sumado al estrés si es de día, por el calor, o si es de noche, por los atracos”. A pesar de las múltiples consecuencias de esta crisis energética que golpeó aspectos que van desde la célula familiar hasta el conjunto de país, el Ejecutivo asumió las riendas a través de la implementación de las resoluciones ministeriales. La instalación de pequeñas plantas en distintos poblados del país fue una de las medidas. En Zulia también fueron instalados 12 transformadores de corriente en la subestación El Tablazo, en Zulia. A pesar de todos los esfuerzos y los llamados a la calma y concienciación, la incorporación de la resolución 74, que promueve el uso eficiente de la energía a través del consumo máximo mensual de 1.200 Kwh/ mes, el Gobierno insiste en promover la conciencia ciudadana. Sin embargo, para los zulianos representa un castigo la decisión ministerial. Con protestas, marchas y concentraciones se resisten al ahorro establecido. Exhortaron, en varias oportunidades, al Ministerio de Energía Eléctrica a incrementar el consumo máximo establecido de 1.200 a 2 mil Kw hora al mes. El Gobierno escuchó los llamados de la ciudadanía y, actualmente, los técnicos del ministerio analizan la situación en la región a través de una revisión del consumo para el Zulia. Subuirla a 1.500 Kw/hora al mes es una propuesta ya en la mesa.
Las fallas del servicio eléctrico nacional que comenzaron a sentir los venezolanos, en 2009, no sólo siguen generando malestar, efectos negativos en la fuerza productiva del país y repercusiones en el ritmo de vida de la ciudadanía. A casi dos años de ser anunciada la crisis que obligó al Gobierno nacional a imponer medidas para racionar la energía, las secuelas se sienten en Venezuela. “Nos hacen ahorrar electricidad y es una falta de respeto para los zulianos. La sensación termica llegó (el lunes) a 45 grados. ¡¿Cómo ahorrar en este calor tan insoportable?!. No me acostumbro a esta crisis”, opinó a través de la cuenta Facebook de PANORAMA, Mireya Rondón. Los efectos negativos de la crisis energética también le pasaron factura a la economía venezolana que, casualmente, coincidió con la recesión económica mundial. Allí, Venezuela fue la última en lograr recuperarse en comparación con otras naciones de América Latina, pues en el periodo 2009-2010, la tasa de crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) cerró en saldos de -2,9% (2009) y de -1,9% (2010). Según el economista, Eduardo Eulacio, los efectos negativos se manifiestan a través de una desaceleración del crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB), en la disminución de la productividad del sector industrial y en la reducción de nóminas en pequeñas empresas. “El sector comercio resultó muy afectado. Especialmente los locales de centros comerciales, donde hubo reducción de jornadas de trabajo. Además se tuvo que hacer reducción en las nóminas de varias empresas”, precisó el experto. Saltar de la cultura del derroche hacia la preservación es uno de los retos más grandes que ha asumido el Gobierno nacional durante la crisis. Por tal razón, el presidente Hugo Chávez admitió que su gobierno tiene deudas y responsabilidad con el tema eléctrico. “El diagnóstico lo tenemos claro, el incremento del consumo, la falta de inversión”, dijo la mañana del pasado lunes, vía telefónica, a Venezolana de Televisión. Los esfuerzos del Gobierno para subsanar más varios años con déficit de mantenimiento e inversión en la red eléctrica nacional se materializan en los cronogramas de ahorro que, para la ciudadanía se traducen en una reorganización de su cotidianidad. Esa es la opinión de Luisa García, quien comentó: “Uno no vive en paz por estar pendiente de los lugares donde van a hacer cortes, sumado al estrés si es de día, por el calor, o si es de noche, por los atracos”. A pesar de las múltiples consecuencias de esta crisis energética que golpeó aspectos que van desde la célula familiar hasta el conjunto de país, el Ejecutivo asumió las riendas a través de la implementación de las resoluciones ministeriales. La instalación de pequeñas plantas en distintos poblados del país fue una de las medidas. En Zulia también fueron instalados 12 transformadores de corriente en la subestación El Tablazo, en Zulia. A pesar de todos los esfuerzos y los llamados a la calma y concienciación, la incorporación de la resolución 74, que promueve el uso eficiente de la energía a través del consumo máximo mensual de 1.200 Kwh/ mes, el Gobierno insiste en promover la conciencia ciudadana. Sin embargo, para los zulianos representa un castigo la decisión ministerial. Con protestas, marchas y concentraciones se resisten al ahorro establecido. Exhortaron, en varias oportunidades, al Ministerio de Energía Eléctrica a incrementar el consumo máximo establecido de 1.200 a 2 mil Kw hora al mes. El Gobierno escuchó los llamados de la ciudadanía y, actualmente, los técnicos del ministerio analizan la situación en la región a través de una revisión del consumo para el Zulia. Subuirla a 1.500 Kw/hora al mes es una propuesta ya en la mesa.
Panorama. (2011, Septiembre 07) “No nos acostumbramos a la crisis eléctrica”. Panorama. Disponible en : http://www.panorama.com.ve/micros/ciudadanos_site/778782.html
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